miércoles, 19 de enero de 2011

Cansancio:

    Pues sí, se cansó la mula de la noria y el espejito de sentirse tan opaco, el lapicero de comerse las historias, la lluvia de las nubes de tabaco... Sí, se cansaron. 
   Al bufón se le tuerce la risa con cada amuleto, se ha cansado de esperar a su sueño despierto, ¿y mi sueño? ¿mi sueño donde está? Durmiendo.Escondido en algún lugar. Quizás esperando a que alguien lo intente encontrar, pues ni la cigarra ni la hormiga lo han dejado entrar. 
   Mi sueño pasa el invierno dormido en algún bar, se ha pinchado con la rueca de algún baño, se ha dormido y no quiere despertar. Mis sueños han decidido que mi cama no es la suya, han querido visitar a otro o simplemente, como todos, se han cansado de esperar. De esperar horas y horas a que quieras regresar.
   
Mi boca se ha cansado de lenguas de metal, de bocas de cristal que se rompen a cada paso que das. Los techos se han cansado de tapar besos a ciegas, los trasquilones de dormirse entre mi pelo, y los charcos se aburren de dar puñaladas al cielo. 
   Me he cansado de vender mi alma al infierno, de contar pecas en caras que no veo. Me he cansado de esperar yo. De caras que cambian sin razón. 

   Pues sí, me he cansado. Me cansé. De todo, de los charcos, de la lluvia, del sol, de tus sonrisas... me he cansado de mi, y de ti.



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